En grano o molido, el Clavo es originario de Madagascar, obtenido de los botones florales desecados del árbol Syzygium Aromaticum. De color marrón rojizo, aroma fuerte y pronunciado, aporta un sabor fuerte y picante a cualquier receta, desde guisos hasta galletas tradicionales de navidad. Se recomienda usar con moderación puesto que su sabor es pronunciado. Como curiosidad cabe destacar su uso como remedio para combatir la halitosis (mal aliento) y las infecciones bucales masticándolo directamente.